15/9/12

@Rusty_Rude

El instante en que me siento más vivo es aquel en que releo una frase, un pasaje, una idea que he detenido para siempre en el blanco del papel transformándolo a mi manera. Es difícil hacer comprender eso a los que piensan que la vida es tan solo el armazón que en el pasado tenías por cierto, a quien ha dejado de emocionarse, prisionero de las innumerables dificultades de la vida. Como si las dificultades fueran únicamente un mal rollo cuando, en cambio, son ocasiones, posibilidades de demostrar que podemos conseguir lo que pretendemos. ¿Soy un idealista?¿Un loco?¿Un soñador? No lo sé. Tengo veinte años, miro alrededor y veo que la vida es dura. Sí, pero también espléndida, Conozco los problemas del mundo, no escondo la cabeza debajo del ala, es duro suscribir una hipoteca para comprar un tugurio, es difícil encontrar un trabajo que no te de simplemente lo suficiente para sobrevivir, sino que además, te permita expresarte y vivir de una manera digna, Y también soy consciente de las innumerables inusticias y violencias que nos rodean. No obstante, no he perdido la esperanza. Me conmuevo al contemplar un amanecer, daría lo que fuese por un amigo sin sentirme por ello pobre. Danzo con la vida, la invito a bailar, la abrazo sin excederme, la miro a los ojos y respeto y la amo, al igual que adoro la mirada de una mujer enamorada. Eso es. Me gustaría estar en esa mirada, dentro, siempre, ser su sueño, hacer que se sienta preciosa y única como la gota de rocío que por la mañana ilumina de repente el pétalo de una violeta. Me viene a la mente Ligabue y su canción ”cuando bailas sólo tienes dieciocho años y hay muchas cosas que no sabes, cuando sólo tienes dieciocho años y quizá lo sabes ya todo y no deberías crecer nunca…”. ¡Es justo que conservemos esa inocencia soñadora que no supone ser demasiado ingenios o alelados, si no conservar la capacidad de sorprendernos!

No hay comentarios: